miércoles, marzo 05, 2008
Cuando un hombre y una mujer se separan
Nain Nómez
Cuando un hombre y una mujer se separan
Los acantilados de la evocación se hacen más profundos
Y una grieta crece inexorablemente en los amaneceres
Hay ruidos de maletas cerrándose, de llaves
Enmohecidas en los armarios
Y un silencio de espesas claves
Se atrofia en las comidas
Con los gestos habituales de los comensales
Transformados en mera leyenda,
Incluyendo maquinaciones perversas
Gritos de espanto detrás de las puertas
O cacerías a medianoche
Con la injuria a punto de estallar.
Cuando un hombre y una mujer se separan
Hay tanto sitio ilusorio al que no se llegó nunca
Y gente circulando de un espejo a otro
Saliendo y bajando retinas
La pieza de un hotel, el tren fantasma, cementerios
De voces que quisieron ser diálogo
Y un desastre impreciso que se va calculando
Por semanas y días, en que todo termina
Ya sin puerto, ni viaje, ni ensenada, un puro piélago
De sombras donde antes fue el furor.
Cuando un hombre y una mujer se separan
Quedan los libros sueltos vagando
Por el éter, las ropas desgajadas
De los huesos, las cicatrices abiertas
Y todos los gestos mordiéndose en el aire
Como vagas promesas incumplidas; queda una angustia
Que retorna siempre en el mismo barco
Los sonidos lejanos de la fiesta
Una lenta pudrición de sentimientos
El paraíso, el relámpago humano, el aliento
Tremolante de la furia
Se nos escapa
Cuando un hombre y una mujer
Que se han amado llenos de asombro
Iluminados con sus agravios y sus cóleras
Desgarrados por la vehemencia del verano
Se abren en todas direcciones
Y desplegando sus alas
Matan el recuerdo
Y se separan.
Cuando un hombre y una mujer se separan
Los acantilados de la evocación se hacen más profundos
Y una grieta crece inexorablemente en los amaneceres
Hay ruidos de maletas cerrándose, de llaves
Enmohecidas en los armarios
Y un silencio de espesas claves
Se atrofia en las comidas
Con los gestos habituales de los comensales
Transformados en mera leyenda,
Incluyendo maquinaciones perversas
Gritos de espanto detrás de las puertas
O cacerías a medianoche
Con la injuria a punto de estallar.
Cuando un hombre y una mujer se separan
Hay tanto sitio ilusorio al que no se llegó nunca
Y gente circulando de un espejo a otro
Saliendo y bajando retinas
La pieza de un hotel, el tren fantasma, cementerios
De voces que quisieron ser diálogo
Y un desastre impreciso que se va calculando
Por semanas y días, en que todo termina
Ya sin puerto, ni viaje, ni ensenada, un puro piélago
De sombras donde antes fue el furor.
Cuando un hombre y una mujer se separan
Quedan los libros sueltos vagando
Por el éter, las ropas desgajadas
De los huesos, las cicatrices abiertas
Y todos los gestos mordiéndose en el aire
Como vagas promesas incumplidas; queda una angustia
Que retorna siempre en el mismo barco
Los sonidos lejanos de la fiesta
Una lenta pudrición de sentimientos
El paraíso, el relámpago humano, el aliento
Tremolante de la furia
Se nos escapa
Cuando un hombre y una mujer
Que se han amado llenos de asombro
Iluminados con sus agravios y sus cóleras
Desgarrados por la vehemencia del verano
Se abren en todas direcciones
Y desplegando sus alas
Matan el recuerdo
Y se separan.
me niego al dolor innecesario y gratuito...
nooooooooooooo