martes, febrero 26, 2008
Han sido unos días felices, llenos de vida y adrenalina, de música y rock and roll, pero sobre todo, de hablar y hablar, de volver a vivir la vida en cada historia recreada para sanar dolores, recordar alegrías y reparar errores en el imaginario de las oxitocinas (la hormona que segrega la mujer, que tiene la característica de dar mayor capacidad de aguante al dolor, de reponerse de hechos trágicos y soportar ……) y que se potencia en conjunto con los congéneres femeninos (me sanaron hasta los 20 años, me falta un par de dosis para completar de sanar todos mis años).
La vida me trajo una bofetada al miedo en una falda victoriana, llena de carcajadas y canciones… y mango sour, y piña colada, y fanshop… etc. (esos son detalles). Me devolvió esa energía de 15 años de dormir poco y tener la agenda llena cada hora del día (y dormir a penas para volver a salir a otra nueva junta).
Hacia tanto tiempo que no me sentía así… COPADA, llena, satisfecha, cansada y plena de tanto y de todo.
Me faltaron días (pero me sobra el sueño, muestra de que los años no pasan en vano) para seguir de farras, para terminar de afinar los detalles del siguiente encuentro, de llorar otro poco, para cantar y comer como si nunca más pudiera mascar bocado.
Me faltan las horas del día para pensar, para planificar los detalles del resto de mi vida, que hoy, un poquito más que ayer, se aclara como la aurora, que aún en la niebla, surge cada mañana sin permiso de nadie.
Y cuando salgo al balcón, cada noche a respirar la brisa del último aliento, siento las carcajadas y el olor a los fideos con vienesas (integrales y tan importantes para mi, como bien sabrán mis amigas) y las frases como: “El ala liberal puede hacer lo que quiera”, “Felizmente separada”, “Toy raja pero vamos” “Usté tranquila…” “Quiero uno como esos…”
Esas “sabias” reflexiones se mezclan con tantos recuerdos, con tantas conclusiones de otros tiempos, con aprendizajes de otras épocas.
Y me quedo quieta, quietecita para que no se me vaya la magia y me cubra de recuerdos que nada tienen ya que hacer conmigo, que se han diluido como agua que cae en el más árido de los desiertos.
Y me quedo quieta, como estatua de sal esperando que toda esta energía se concentre hasta explotar con los brazos llenos de abrazos ….
Hasta otra nueva fiesta, hasta mañana, hasta más ratito, hasta media hora, hasta, hasta….. yaaaaaa…… déjenme dormir, necesito 1 segundo de soledad!!!!!!!