viernes, enero 29, 2010
Pequeño Homenaje al tiempo de laburo
A veces, hacemos una pausa para hablar de cosas triviales, de anédotas y filosofías de todos los tiempos.
En general, la hora de almuerzo es como repasar un tema del atlas o de la historia universal, que siempre nos lleva a risas y discusiones que no tendrán un punto final en esa hora y minutos que nos lleva llegar del mercado hasta la oficina cruzando el parque.
A veces mi jefa deja de serlo, y mis compañeras se comportan como hermanas chicas o grandes y esto no parece el trabajo, sino la sala de un curso desordenado y bullicioso.
A veces hacemos pausas para desconectarnos de los conflictos, las penurias y los miles de papeles y ring-ring-ring del teléfono que no para de 9 a 6.
Y también a veces, varias veces, lo pasamos bien en este mundo obligado que hace que vivamos tantas horas con gente que se sienta al lado, y que finalmente, terminan convirtiéndose en los receptores del avance de la vida diaria.
A veces hasta los extraño.