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jueves, agosto 02, 2007
Eusebio: Oda al cáctus que murió por pasión

Habrá corrido quizás el año 2001, cuando ya estaba embarcada en una relación consolidada y las confianzas estaban a flor de piel, ocurrió una de las anécdotas más significativas para la historia de esa relación y de ese chico, quien tenía mis ojos clavados en él luego de tanto andar coqueteándole por los pasillos de la universidad.

Aquel muchacho se había independizado por fin, sin embargo, esta independencia de universitario de último año, flaco, con poca plata, cagado de sueño y de hambre, carreteado, con esos retrocesos a la adolescencia jugando al Age of Empire hasta altas horas de la madrugada, o hasta cuando salía el sol, no era la mejor forma de decir ¡¡-guau que felices que éramos-!!

Era una casa chica, fea, húmeda y pobre, sin puerta en una pieza, la de él, obvio (siempre fue quemado el pobre); sin embargo, quedaba a media cuadra de la casa de mis tíos donde estaba pechando aún, luego de haberme ido por algunos meses y haber vuelto sin que nadie me invitara.

Una de las gracias de este joven, era su gran sensibilidad, su extremo detallismo que lo llevaba incluso a demorarse en la demostración de los sentimientos. En fin, el muchacho era lento, pero bueno, lindo y puro como un niño, pero con una tristeza nostálgica que nunca se la pude sacar de los huesos. Además, era excéntrico, inteligente pero inseguro, capaz pero indeciso… era un aventurero que sólo le faltaba la aventura, porque tenía la mochila, los zapatos, el thermo, el saco y la carpa, pero nunca tuvo las agallas de dejarlo todo y partir al mundo.

Una de las tantas cosas que le encantaba hacer, era subir cerros, buscar bichitos y caracoles con un profe loco y milenario como el mismo desierto, hacer diarios de campo, buscar flores para regalármelas (estarán pegadas por ahí alguna que otra hojita de uno de sus tropiezos) e iniciar experimentos y negocios que nunca llegarían a nada.

Dentro de sus tesoros, por aquellos días había adoptado como hijo a un cáctus de no más de cuatro centímetros, el que estuvo no sé cuanto rato viviendo en una bolsa arrumbado en un rincón (…no les digo que el joven era lento…!!!). Ese cáctus, luego de meses cuando consiguió por fin una mazeta, se convirtió en su amigo, al que le hablaba, regaba y contaba sus problemas y angustias (no era un trabajo menor para esa pobre planta).

Una tarde, habrá sido domingo tal ves, cuando nos íbamos a la siesta, nos bajó el cariño, ese de jóvenes recién descubriendo los placeres de la carne, y en medio de esa pieza fea y chica, oscura, a tientas, en una de las piruetas, que el pié pa allá, el otro pa acá, por aquí, así, dale… y todas esas expresiones sin sentidos que uno dice un esos acalorados momentos, de repente, se abre la puerta de la entrada, y con los nervios de ser descubiertos en cueros, él mismo levanta el pié (el que tenía todavía con zapato) y aplasta letalmente a EUSEBIO…. Así, de un golpe seco, el cáctus que había por fin comenzado a crecer a más de 5 centímetros, quedó cercenado en un costado… más encima el pobre no recibió ni los primeros auxilios, obvio, teníamos que terminar lo que habíamos empezado. Sólo cuando vino la calma, el padre adoptivo corrió donde Eusebio, el cáctus, y comprobó que su zapato estaba marcado en medio del cuerpo pequeño y desfigurado de la pobre víctima de la pasión juvenil.

A las semanas, Eusebio murió finalmente pese a las suplicas del muchacho.

Hoy, jueves 02 de agosto, es San Eusebio, y durante todo el día he recordado ese trágico pero exquisito momento. He sentido nostalgia por aquellos años, por aquellas tardes de sacarse la ropa sin que nos pillaran, de buscar todos los detalles en la piel del otro.

Hoy es 02 de agosto, y ahora que lo pienso mejor, parece que Eusebio no murió en esa casa, sino en el departamento claro y sin muebles al sur de la cuidad?, o en la pensión?, o en la casa de tabla donde se escuchaba la lujuria de la peruana?, o en la otra casa?… o en… o… ¿dónde fue? Ya ni lo recuerdo, sólo sé que sucedió y hoy es 02 de agosto, San Eusebio02 de agosto el día de su cumpleaños, del joven ese que tanto quice alguna vez.
 
posted by Victoria Lantter at 9:00 p. m., |

9 Comments:

FEliz muerte la de Eusebio, Feliz vida la que tienes y seguirás teniendo.
Hago un salú por lo vivido y lo por vivir.
Besos
  At agosto 03, 2007 Anonymous Anónimo said:
Yo el mismo, teorizador de teorias te digo lo siguiente:
Haber... sin rodeos, NO ME CONVENCE tu compación en retrospectiva de la victima en cuestión. Esto mas parece ser una forma de ocultar tus deseos libidinosos que se remontan a recuerdos placenteros de extasis y liberacion. En nombre de la madre naturaleza, el reino vegetal y en especial de la especie "Cactium Nortinus", pido respeto y te acuso pecora de dos faltas:
1.- Pretender utilizar, como escuza, la memoria de un inocente cactus fallecido, dejando libre tu imaginacion libidinosa.
2.- Y mas grave aun, verse involucrado en calidad de coautor o complice del asesinato con predemitacion y alevosia de este iluso vegetal, solo por el deseo impuro, egoista y vulgar de un impulso desenfrenado sexual, que no tiene consideracion por la vida, o el compañerismo.Aún más repulsiva es la imagen del individuo gravemente herido en el suelo mientras sin el más mínimo de preocupacion culminaban esta esena sexual. Esto es solo digno de mentalidades enfermas y psicopaticas, que se exitan con la muerte.
Arrepentida debieras estar de este recuerdo egoista y sin sentido. Quizas algun visitante incluso se atreva a interponer acciones legales en tu contra..., lo que es yo, te dejo con tu sucia conciencia y la imagen de cuanta alma viviente se desprecia por el egoismo narcisista.
  At agosto 03, 2007 Anonymous Anónimo said:
Estimado señor o señorita anónimo, quien es capaz de opinar de algo que no le compete me parece que es más egoista y narcisista.
  At agosto 03, 2007 Anonymous Anónimo said:
Sr o Srta anónimo "2", en la medida que la información en cuestión esta a disposición del público, me parece suceptible de opinión. Intento velar por los intereses de todos los cactus anónimamente vilipendiados. Si a usted le compete más, hago notar mi simple preocupación. Egoista y narcisita, creo que son caracteristicas que yo, ud y vivilantter compartimos. Para terminar, solo pido 1 minuto de silencio por los cactus caidos en batalla.
  At agosto 03, 2007 Anonymous Anónimo said:
Bueno srs. anónimos:
Ya que sé que uno de uds. es un simple ser que inventa teorías de puro aburrio, sólo decirles que Eusebio murió en su ley, viendo que su dueño era feliz... ¿o no?
Lo demás está de más...
  At agosto 03, 2007 Anonymous Anónimo said:
por respeto a CACTUS pido un minuto de silencio
  At agosto 03, 2007 Anonymous Anónimo said:
Eusebio fue, es y será un ser feliz, su dueño, que más que su dueño era su compañero, por su puesto que estaba feliz. Lo demás ciertamente no importa...
Esta vida siempre será corta para buscar las respuestas, siempre pequeña para aprender de ella, siempre una rueda llena de recuerdos, sonrisas y soledades.
¿Dónde está el implicado que no sale en nuestra defensa?
Paciencia Eusebio, él siempre nos quizo pero de todas formas nos dejó partir, así son las cosas...
  At agosto 07, 2007 Anonymous Anónimo said:
El implicado seimpre estuvo y defendio lo que tuvo que defender. El implicado hoy solo puede ser un espectador, pero se alegra enormemente de aquel momento. Si, me alegro profundamente por tan hermoso recuerdo, que ha sido uno de los regalos mas hermosos que has hecho de sde que nos conocemos, porque describe muy bien todo. Un beso, un abrazo. Al.