Crónicas Atrasadas en Primavera
I. Chuquicamata
Ha pasado más de un mes desde que cortos pero intensos días me llevaron a cumplir otro de mis sueños… recorrí 6 horas desde Iquique hasta Calama, luego 20 minutos en camioneta hasta Chuqui grabando cada detalle de una tarde que no permitimos que se fuera hasta haber pisado el pueblo-burbuja que por tantos años fue el ícono de la época de oro del cobre chileno.
Llegué a una ciudad en miniatura, tan perfecta como mis recuerdos, llena de casas fantasmas pero vivas, con la presencia mágica de un hombre que conocí en esta capital llena de ruidos y que sólo allá, a cientos de kilómetros, lo descubrí en realidad. Él me detalló la historia, del pueblo y su propia historia, las anécdotas de infancia, los ruidos, la vida en esa burbuja llena de todo, donde no faltaba nada excepto la igualdad entre los trabajadores, donde las diferencias estaban asignadas desde la cuna….
Las calles vacías pero con tantas historias, la plaza con la iglesia de tantos fieles, el agua del grifo que recordaba que estaba parada en medio del desierto, pero aún así podía beber de él porque nada lo había secado.
El colegio mirando al cementerio, que ironía!!!, como si supieran que si ahí nacías, era muy probable que allí te fueras a morir, no necesitabas salir, no era necesario conocer más allá… allí estaba todo lo que se podía necesitar. Sin embargo, todos se fueron, todos tuvieron que partir, sin haberlo decidido muchos de ellos.
Y yo estuve ahí hace algunas semanas!!! No lo puedo creer, las cosas son siempre en su momento preciso, yo estuve justo antes de que cerraran, jugué pool en el Chilex (casi gané, será quizás mi mejor juego), me bañé en esa maravillosa piscina temperada, almorcé junto al último turno de los empleados en el casino, me tomé un exquisito pisco sour mirando las luces de Calama a lo lejos. Descansé en aquel bar al más puro estilo norteamericano setentero…
Yo estuve… (Chuquicamata, agosto 2007)
Yo estuve ahí,
Yo caminé esas calles
Yo respiré ese aire,
Yo me embriagué de desierto
Yo me bañé en cobre de fuego.
Yo estuve ahí,
Yo reconstruí la historia sin saberla
Yo busqué los pasos perdidos del tiempo
Yo recogí la última piedra del pueblo
Yo me senté a beber el último trueno.
Yo estuve ahí,
Yo subí corriendo ese cerro
Yo estampé sin respiro la última foto
Yo recorrí esas aulas llenas de vida
Yo espanté los fantasmas del colegio.
Yo estuve ahí,
Yo miré el cielo anaranjado esa tarde
Yo descubrí las huellas en la arena
Yo bebí la última gota de sueños
Yo estuve allí y me traje un pedazo de anhelo.
II. Fiestas Patrias
Hacia días que estuve esperando que llegaran los cinco días feriados, y sin esperar ni un minutos más, el mismo viernes tomé mis cosas y me fui a San Felipe, tenía la idea fija de hacer por fin un hermoso jardín atrás de la cocina de la casa de mis abuelos, mi casa, la casa de todos.
El sábado, luego de muchas vueltas, fui a buscar todas las herramientas y me puse a “trabajar en la tierra”… literalmente, saqué con mis manos ortigas, mentas, lirios y rosas para reubicarlas, incluso mis tías me acompañaron a sacar calas de un sitio abandonado para adornar el rincón de mi “Jardín Secreto” (como le dije a las niñas que se llamaba para motivarlas a ayudarme con el riego). Yo como siempre, pensé que nadie me tomaría en cuenta con mi idea, pero estuve parloteando tanto a todo el mundo, que todos se involucraron en mi proyecto. Así, el día 17 tenía desde mi abuelo hasta las niñas más chicas (Cata, Nani, Naty, Antonia) dando sugerencias, proponiendo materiales, formas y sacando piedritas de esos cerros de matorrales que saqué solita con muchos esfuerzo y heridas en mis manos.
El 18 y 19 fueron sólo para disfrutar de la gula en su mayor expresión y rememorar las tradiciones típicas. Hubo una fiesta criolla, con huasos y caballos salvajes, con patos y un pobre chacho que salió estresado porque lo seguían como 10 cabros chicos con ansías de montarlo… que culpa tenía el chancho!!! En fin, se invirtieron $1.000 en dos volantines plásticos chinos y dos carretes de hilo bueno y sano, los cuales nos hicieron buscar las mejores técnicas ingieneriles de aeronáutica sin resultados favorables…. No se elevaron los desagracíaos!!! Y nosotros, tres pailones treintones ahí como cabros chicos tratando de hacer que esos malditos volantines volaran… mi madre, mi tía y una amiga nos miraban como quien vigila a tres niños de 8 años… al final se aburrieron y nos dejaron con nuestra frustración.
El resto fue dormir, caminar y disfrutar de la apacible tranquilidad del campo, los pájaros y las flores.
III. Llegó la primavera
Pues bien señores: ¡¡¡ Ha llegado la primavera y soy feliz !!!
Durante este invierno, he tenido momentos felices y tristes, he pasado por varios estados, pero hoy hablaré de uno que viene y va como un fantasma de ves en cuando: La soledad.
El Mauri, mi primo, alias “guatón” el otro día, mientras íbamos a Catemu a dejar una factura (me llevó sólo para evitarse un parte ya que llevaba más de dos copas encima) me dijo que él estaba preocupado por mí (yaaaaa….. perdón, aquí los alienígenas tomándose la tierra….) porque no sabía para donde iba mi vida (ya que él, un año menor que yo, tiene dos hijas, una casa, 2 camiones y una vida más o menos resuelta y previsible), que no tenía pololo, que no tenía hijos, que había dejado ir al hombre que me amaba por simple capricho (como si yo no hubiera hecho hasta el último esfuerzo la última ves sin resultados) que no tenía nada y al parecer no tenía proyectos ni algo definido para mi vida. Que qué sería de mí si seguía así…!!! Yo entre risa y algo de dudas le dije que en realidad lo que yo quiero es bien simple, quiero estar con una persona que yo escoja y él me escoja a mí, no con el que me dé un hijo, quiero ir a estudiar a Paris, no porque cuando vuelva pueda ganar el doble, sino porque tengo la necesidad de conocer otros pueblos, otras culturas, otros idiomas, otras formas de vida. Quiero sentirme feliz sacando fotos y escribiendo mi libro, quiero saber que hice lo que quise y de pasada fui acumulando riquezas no materiales.
Sin embargo, sucede sin embargo, que sé que tengo tantas cosas no resueltas, que tengo heridas no sanadas, que puedo irme a la luna pero los fantasmas me van a acompañar de todas formas, que puedo escapar de todo menos de mí misma, que necesito entender qué es lo que me pasa con un hombre que está tan lejos pero tan dentro, que necesito renacer una ves más hacia mi propio conocimiento, que quiero liberarme de cicatrices del pasado, que tengo que ordenar mis finanzas y ponerme a ahorrar en serio, que puedo disfrutar de la vida de soltera sin tapujos ni restricciones de quinceañera, que no sólo en primavera puedo salir con una sonrisa todas las mañanas, que no debo tener ningún temor, que nadie puede hacerme daño, que nadie me va a abandonar otra ves……
Quiero mirarte a los ojos y darte un abrazo, quiero saber que no nos equivocamos en tantas malas decisiones, que todas las veces que soñamos estar juntos en alguno de los proyectos que cada uno a hecho por su lado, no se habrían realizado si no hubiéramos tomado dolorosas rutas de soledad.
Quiero entender que vamos bien encaminados, quiero nunca más ser ni que seas un “sufriente”, que podamos liberarnos el uno del otro, o unirnos en un abrazo eterno, QUIERO RESOLVER, QUIERO ENTENDER, QUIERO SANAR Y LIMPIAR TODO DE CUALQUIER RASTRO DE DOLOR. No lo merecemos, no lo necesitamos, no lo queremos cerca. Quiero aclarar el futuro, que las cosas sean si tienen que ser, que se dejen atrás tranquilamente si eso es lo mejor… pero por Dios, basta de sacrificios, basta de pensar que “alguien” fuera de nosotros tiene el poder de guiar nuestra vida y nuestra felicidad, que si estamos feliz, bueno, gritemos a los cuatro vientos esa felicidad y ya, nos olvidamos del pasado, pero no más de estar en una vida que pareciera no la viviéramos en realidad.
¿Cómo se resuelve todo esto?
¿Puedo yo hacer algo?
¿Vale la pena siquiera pensar en esto?
Si fuera fácil seguro ya lo habría intentado.
¿Será ego masculino eso de dejar siempre una puerta abierta aunque no piense nunca más utilizarla, mostrarse bien pero no tanto, decir bonitas palabras que toquen la fibra del recuerdo, mantenerse siempre presente como si el otro necesitara estar recordando lo que NO fue, será simple buena educación, será simple discurso para no herir al otro?
Pero bien, como dije al principio, llegó la primavera y con ella, una nueva brisa llena de ilusiones que me ayuda a despejarme de tantas preguntas sin respuestas.
